domingo, 6 de febrero de 2011

Un día de zapping

Tengo un amigo peruano, Chimbote, un boludo tranquilo. Se quedó sin bracitos en el 73, en una manifestación que reclamaba el Pasaporte Peruano Estudiantil, le entró una molotov por el culo y cagó. Con Chimbote los domingos nos juntamos a hacer  zapping con el chiki chiki en mano, en mi mano, por supuesto, y nos colgamos con las posibilidades culturales que ofrece el estupidizador, con sus 735 canales. Agarramos una libretita, y vamos tomando nota. Yo paso los canales y Chimbote anota frases que escucha. Escribe el guacho, sí, con los piecitos, como esos pintores lisiados talentosos. Sin pensar ni detenernos, sin filtro, porque creemos, todavía, y pese a habernos equivocado mucho como para ya haber aprendido, que cometemos siempre los mismos errores, creemos que las cosas hay que hacerlas sin pensar demasiado (aunque eso resulte un error, es lo más puro del ser humano: errar, porque el que no se equivoca no aprende).
Así avanzan las horas mientras la tele no para de castigar al pobre de Roberto Ford, el Willy Wonka argentino, que amasa chotas más que fortunas porque está clarísimo que se la come con salsa inglesa. Un programa especial sobre Sandro que muestra al ídolo olfateando las bombachas de sus “nenas” (improvisada bolsita de oxígeno). Y ver cómo con el pecho abierto, sigue fumando mientras estacionan el helicóptero que trae una “lunch bag” con un sanguche completo de corazón y pulmones, me puso incómodo.
 La tele es una mierda, me ponen a Sandro en un noticiero a punto de morir o a unos tipos rastreando la nueva pista para encontrar a Julio López, y al toque una leyenda de Sprite que te dice que el primer impulso es el más fresco. Lo más fresco que tengo es la copa de vino blanco. En el siguiente canal, “E.T.”, Chimbote anota con la retráctil “e te o a quel”. Otra opción es bajonearse con “Pulpa, explicación y pescado”, con la pibita de “Piñatas del Carriles”, ah, no, no, nada de llorar, ahora un documental de dinosaurios, esto lo saco que me trae recuerdos familiares, uy, mirá, Erin Brócoli , ay qué terrible esto: la pendeja de 11 que mató a uno de 5 con la motito acuática. Tenés mechada la tragedia con la publicidad y después volvés a la comedia. Te enganchás con el Padrino y en la mejor parte, zass, publicidad de claromecopa. Ver tele es como estar en lo mejor de la pulpa y tener que parar a ponerte el forro; después no es lo mismo. Terminamos Chimbote y yo leyendo con voz de locutores los anuncios del canal ese que anuncia anuncios distintos y el teléfono es siempre el mismo. Chimbote sigue anotando, clic, clic, pará volvé a esa peli, dejála y nos hacemos unas pajitas con la Sharon Estón en “Pacos Distintos”.
Pedimos unas pizzas en La aceituna Loca y mientras comemos le pido al peruano que me lea lo que anotó: telefé noticias informa siempre aquí, he estado padeciendo, yo me pregunto por qué si lo mataron en la cocina, su dentadura postiza está en el auto, Hanna muévete más rápido porque, están buscando intensamente los restos de López indicados por el nuevo testigo, puede hacerse con papel de empapelar o con cintas de colores, acá en el after beach de Punta encontramos felicidad en la gente del mismo nivel y la chance de poder hacer nuevos negocios, después del episodio pirómano del integrante de Callejeros andan sueltos un par de copycats, sin embargo no se encontró ninguna chapa naranja en el pajonal, vamos por último a dar las gracias al Señor por las buenas, o por las malas la Su pide que saquen esas fotos de “la abuela más grosa de la Argentina…”
-Che, Barni, me cagué de embole en tu casa haciendo zapping, que me dieras de comer en la boca y que me la sostengas para mear. Además no nos vimos ni un puto partido o una porno en Venus.
-No me digas así, peruano desagradecido. Lo que te embola es la tele, no yo.
-Pasame el chaleco que me voy.
-¿Chimbote… por qué usas chaleco en invierno y musculosa en verano?
-Vos sos más boludo que la televisión.

(© Material registrado en D.N.D.A.)
Fotografía: un político de perfil.

1 comentario:

  1. "Temo, luego consumo"
    Prudencio Descarte, de su libro: "Como mantener felices y vivos a un montón de pelotudos"

    EmilCE

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