Son apenas las dos de la mañana, tengo el mate al lado y mis tres paquetes de cigarrillos, que voy alternando, un malboro, un camel, un parisien. De otra forma, la vida se tornaría aburrida. Bueno, detalles que a nadie le importa.
Cuando yo era pequeño, mi mamá me dijo que todos los perros iban al cielo, que la cigüeña traía a los pibes blancos, los negritos salían de un repollo, y que todo lo demás se iba al purgatorio, que es tipo un CBC. Me dijo que Dios está en todas partes, pero yo nunca lo vi. Que el diablo era un ángel travestido. Que Jesúh era hijo de madre virgen y que mi viejo se había ido a comprar puchos y no volvió más. También me comentó así como al pasar, que todos tenemos vidas anteriores y que cualquiera puede ser la reencarnación de Napoleón, Cleopatra o la vieja de la esquina que palmó en el 87. Que la vida es eterna, pero hay gente que muere, sí nomás, muere, fin colorado. Me habló de Sai Baba y la baba de caracol, de Gandhi y de Darío Gandineti, me dijo que el negro Oro era puto y que Claudio María Dominguez era un clon del Pastor Gimenez (igual que Susana y la Mona). Que el Corán y la Tora se mataban por ser locales, no les cabián los amistosos, y hacían explotar bombas de papa que dejaban a la gente despedazada a la vera de los escombros y los autos reventados. Que los Hare Krishna y los Budistas se hacían los buenitos pero se miraban de reojo. Que había al menos 345 formas de interpretar la Biblia y participaban todos en un Dakar ecuménico sin línea de salida ni llegada.
Finalmente, no me quedó otra que hacerme alcohólico y fumarme un churro cada tanto. Los cultos religiosos son una peste que unta los ojos de los hombres con manteca y rellena sus oídos con colillas de cigarrillos (como las cinco que ahora reposan en mi cenicero de madera), y sus bocas son Babeles demagógicas que jamás llegarán a entenderse. El punto de ignición de las batallas ganadas y las guerras perdidas es la patología congénita de los hombres de religarse a un “algo” que les dé una respuesta, casi dogmática, del sentido de sus vidas.
¿Pelearse por ver quién tiene el Dios más grande? Si Dios supuestamente hizo a los hombres así, los condenó a la peste del dilema. Al pedo, la vida es un puto embudo y a la hora del final, están todos apretados, transitando el embudo, sin previo activia. Dios (o quien carajo sea) tiene un morterito para empujarlos y salen todos por el tubito hechos carne picada. Al séptimo día descansa mientras se come unas hamburguesas caseras.
Yo me hice alcohólico… creo que Dios está encerrado en la botella como un genio que los garcó a todos.
(©Material registrado en D.N.D.A.)
Barni, me parece que este escrito se lo robaste a una famosa repostera, porque no me coincide con tu forma de escribir...
ResponderEliminarEra pequeño, muy, pero mucho mas grande que hoy.
ResponderEliminarMi abuela me dijo- "EmilCE, aunque te escondas debajo de la mesa, te vé igual... Él vé todo..."
Pensé, amargado- "pero que tipo HIJO DE PUTA...!!!"
Hoy creo mas en dios que en la gente que tiene ceniceros de bronce en su casa.
Eso sí que es de gente jodida.
EmilCE
La religion es una cuestion politica e intimidatoria, lo que te dicen de pibe lo llevas durante gran parte de tu vida y a muchas personas las condiciona para realizar muchas cosas. No se puede ir creyendo que un ser divino y aparententemente benebolon, te castigue tirandote un rayo. El rayo cae y punto, si justo estuviste abajo, mala leche. Asi la gente crece con miedo venerando a alguien que la iglesia impone. Y ni hablar del negocio tremendo que es la religion, no pagan iva, ni declaracion jurada, y la mayoria de las entidades tienen riquezas para alimentar a cientos o miles de pobres, mientras discursan una arenga incentivando donaciones.. Barni, me hicha los huevos la religion . Powers
ResponderEliminarHola, si, oh, oh, ho, si, si, se escucha? digo, se leeee??? señorita lee???
ResponderEliminarEsto es una prueba, sólo porque lo pedís por feisbuk, avisá si le anda. (puto es mala palabra?¿)Bueno Chau!
A mi me gusta la definición de que la religión es el opio de los pueblos, aunque para fumarse algo, me quedo con un buen churro antes que con el pastor giménez. Me parece que es una manera muy conveniente que encontró el ser humano para lavarse las manos y quedarse apoltronado en el sillón de su casa posteando pavadas en un blog (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)y así no tener que pensar en la posiblilidad de ir y al menos intentar solucionar una de las miles de cagadas que hay en el mundo. El mundo es así porque Dios lo quiso. ¡¡Vaffanculo!!
ResponderEliminarLa otra que me gusta es la frase anarquista: "La única iglesia que ilumina es la que arde"...
Paula
Hace poco quité lo que ya no me representa algo significativo, espiritual. Di tantas vueltas que me terminaron mareando y finalmente me quedé pensando que Aristóteles ya había hablado de esto mucho tiempo antes de Cristo. Eso me da a pensar que la historia de la humanidad está regida por los mandatos religiosos. No sé si Dios me habrá vomitado por la boca, o cagado por el culo, pero lo cierto es que probé de todo, creí en tantas cosas que entré en dudas enormes. Me quedo con la fe que cada uno tiene en sí mismo. Que la chupen.
ResponderEliminarMe gustan las enseñanzas que te dejo La Madre que Te Parió... (atenti que no fue un insulto). Es así el tema religioso, y es más viejo que el Jack con sorpresa. Hay mucho de filosofía de charco en todo esto, y bien que viene.
ResponderEliminar(Pd: hay que poner la vista previa para que te abra el coso ese que tenes que copiar tal cual lo ves, y recien ahí funcionan los comentarios)